Malísimo. Compramos sanguches de milanesa y encima de ser carísimos nos los dieron congelados y puro pan. La mina que nos atendió súper mala onda y mal educada. Nunca más.
La empleada muy amable y me dio pena que tenga que soportar mi queja por los estafadores precios que su jefe impone en dicho local, 100 pesos una botella de agua, en el kiosko de al lado 55 pesos, señor o señora propietario es usted una vergüenza.
En caso de estar de paso, lugar al alcance sin embargo se puede ir un poco más lejos para acceder a otros menús.
Carisimo... y no atienden siempre con la mejor cara, pero hay otras opciones en la terminal.
Lindo!