Un lugar super limpio, cálido, hay mucho amor, una atención excelente de parte de las hermanas. Tienen un amplio jardín que está muy cuidado como también está muy cuidado todo el hogar. No hay horario de visita para visitar las abuelas, se puede ir cuando uno quiera. Es solo para mujeres.
Puedo decir que mi madre conoció el paraíso en la tierra, viviendo sus últimos años cuidada por unos ángeles, las Hermanas Franciscanas De La Caridad Cristiana. Que Dios las bendiga.
Es atendido por las hermanas y excelente equipo
Muy bueno
De diez