Terrible lugar.Los dueños son unos ladrones, literalmente. Las posesiones de los jubilados desaparecen, cobran un valor altísimo por servicios que no proveen. Es común que tomen casos de personas muriendo y escatimen recursos en ellas mientras se guardan los billetes adicionales.Están colgados de la luz y del gas, maltratan a sus empleados, los echan sin motivo y luego les hacen la vida imposible por los pocos mangos que les deben.El lugar está sucio, poco mantenido. Viven todos los jubilados amontonados. El dueño, Marcelo, aparece cuando quiere y grita a sus empleados y, a veces, incluso a los jubilados. Aléjense de ese lugar, varias personas murieron y siguen trabajando, arruinando la vida de los demás.
Buena atencion a los abuelitos,todo bien organizado ,lindo hogar,buena la limpieza..