Un lugar clásico e histórico de la ciudad de Buenos Aires... Una pena que el pago sea sólo en efectivo. Las pastas son frescas y muy ricas. No cobran servicio de mesa y sin embargo te dan manteca sancor de entrada para untar. Lo mejor es que los platos salen rapidísimo! Como sugerencia creo que debería haber más variedad de salsas.
Fui acompañado de alguien mayor que me pinto Pippo como la gloria, al llegar la decadencia del lugar era notoria al relato de esta persona, el moso fue lo más antipático que me cruce en Buenos Aires, esta bien, es un mozo y no un payaso, pero ese señor (el pelado con un poco de pelo delante sector mostrador) fue un simple hombre arrastrándose por el lugar sin ganas de atender o de estar ahí siquiera, el pedido salió rápido, probamos los famosos vermicelli que tanto banderea el restaurante y no es nada del otro mundo o algo que te haga volver, el tuco lo mismo, acorde y nada especial. El pesto la verdad que si me dejo sin palabras y fue lo que les dio 1 de las 2 estrellas, de postre flan con crema y ddl, ese les dio la otra estrella, super delicioso. El lugar SUCIO, debajo del mostrador incluso COLILLAS de CIGARRILLO , dicho sea de paso esta prohibido fumar dentro, así que si el dueño o empleados no respetan eso, que podes esperar de la demás higiene, lastima que en las fotos no se apreciara... En fin, creo que efectivamente tuvo sus años, pero hoy en día no es algo que recomendaría para aquel que viene a visitar la ciudad. Ojalá recuperen su gloria.... Los precios son económicos, fuera de eso no hay otro motivo para ir
Un lugar muy tradicional de Buenos bAires.En pleno centro porteño, agradable.No se caracterizan por la limpieza...Los platos son abundantes y sabrosos... pero nada especial.Los valores están acordes para el lugar, la comida y la atención.Creío que tres estrellas está bien...Recomendable para el mediodía.
Pésimo lugar, camina pocos metros y no serás estafado.Se trata de un viejo restaurante de Buenos Aires caído a bodegón (en el mal sentido), su mala calidad en la comida es solo superado por la peor decoración y limpieza del lugar.Escasa oferta de platos, mentirosos combos donde ofertan diferentes opciones solo para determinados días y horarios (por ejemplo en la carta figura que los viernes por la noche hay un combo que el mismo mesero dice que es un error y al solicitarle que lo corrijan o cumplan con lo promocionado responde con la típica respuesta porteña “yo no soy el responsable”) , tengan cuidado todo se cobra como pedido extra.En resumen, caminen pocos metros y encontrarán mejores lugares.
Hacía años que no iba, y la verdad una pena como ha perdido calidad y servicio. Desde que nos sentamos, tardaron muchísimo en tomarnos el pedido, siendo que estaba ocupado nomás al 30% de su capacidad. El mozo con pocos ánimos para atender, muy descortés! Una vez hecho el pedido, nos trae las bebidas equivocadas y luego también el plato que no había pedido. La pasta estaba pasada de cocción y la salsa era un rejunte de otras. Lo bueno, el queso rallado en abundancia ( y muy rico) y el vino de la casa de buena relación precio-calidad. Recomiendo no pedir pastas, ya que no salen como antes.
Tradicional bodegón argentino de pastas y carnes. La comida es espectacular y a buen precio.La atención siempre es horrible pero es parte de la filosofía del lugar aunque a veces es algo desagradable, sobretodo en los mozos más longevos, los jóvenes son algo mejores.El lugar es muy feo pero igual vale la pena por la comida, que es lo único que se mantiene bueno ya que está decayendo hasta su punto final por atención e instalaciones.Para disfrutar antes de que sea solo un recuerdo.
Restaurante bien ubicado, muy amplio, bien climatizado, amplia variedad de comida y bebidas, precios acordes a la comida y calidad.Rango de precios de medio a alto.Muy buena atención por parte de los mozos y la comida llega rápido a la mesa.Le pongo 4 estrellas ya que NO recomiendo la lasagna debido a que deja mucho que desear.
Era hora q cierre este antro sobrevalorado. Desde hace 20 años al menos q se fue cayendo a pedazos, desde la presentación del lugar, la pésima atención de los mozos y la comida q si bien era abundante no era nada del otro mundo en sabor, presentación y temperatura. Era caro para un simple plato de fideos. En el siglo XX fue un emblema, en el XXI, un edema. Y los globertos q quieren sumar porotos a su odio de clase, por qué no se fijan en los miles de comercios e industrias q cerraron entre 2015/19 sin pandemia.
Pippo es una tradicion popular en BsAs. Cada vez que visito la ciudad lo primero que hago es ir a este magnifico restaurante. Comida rica, muy accesible, sin grandes pretenciones pero autentica. Yo normalmente voy al de calle montevideo. La especialidad son las pastas y el mixto tucopesto con vermicellis es grsndioso. Hay buenos vinos. Vuelvo siempre...nunca mueran.
Que en paz descanse.Despues de mas de 30 años, hoy cerró Pippo.Extrañaré esos almuerzos donde comía hasta hartarme las mejores pastas con el mejor vino. Ese lugar fue el responsable de mis mejores gorduras.Hoy , cerró sus puertas. La Argentina, el mejor pais para fundirte.
Me enteré recién por una noticia que cerro. Seguramente el o los dueños deberían tener al menos 12 docenas de propiedades con las cuales podrían haber aguantado un poco más, pero ya venían hacia rato administrandose muy mal y se notaba en las últimas par de décadas.Fui varias veces a veces tuve buenas experiencias y a veces no tan buenas y a veces malas tmb.Recuerdo que los mozos varias veces corté pizzería los hijos de ****. Otras aceptable. Que se yo... la verdad que fueron más las veces que quedé disconforme que las que me fui contento.Recuerdo tmb que económico no fue nunca. A guita de hoy un plato de spaghettis estaba 500 mangos.
La comida bien. Poco para decir ya que no tenía un sabor que llame la atención: era un plato normal. La atención y la dejadez explica porque un lugar que fue icono de ma gastronomía porteña hoy este con tan poco comensal. Como destruir un buen establecimiento by Pippo. Me quedare con el recuerdo de hace unos 10/15 años y no volvere más
Hacia mucho que no iba y leer las opiniones de aca medio que me estaba tirando para atras. Aun asi le di una oportunidad... PIPPO NO DECEPCIONAAAAA!Los vermichelli tuco pesto siguen teniendo la misma hermosa calidad / cantidad.Los mozos un 10 ambos que nos atendieron.Lo único que no tenían era agua saborizada (pero hay gaseosa linea pepsi).El pan nunca fue bueno lo cual es una lástima porque desaprovechas el fondito de salsa.Las comidas que pedian las otras mesas se notaba la calidad. Las papas blanquitas. La carne un lujo. Lo mismo para la milanesa.Precio: 700$ (dos platos / dos gaseosas / servicio de mesa).Sin duda VAYAN!
Los mejores recuerdos de mi infancia y juventud . Vermichelis con pesto y tuco. En los 80 trabajaban la línea Neuss y usaban mantel de papel . Hoy leí q cerraba sus puertas ojala no sea cierto y cuando pase todo esto puedan abrir nuevamente sus puertas .
Económico. Nada del otro mundo pero bien. Comimos pasta con mucho queso rallado. Rico. El tema es que está bastante venido a menos. También entiendo que tienen mucho personal y que no es fácil mantener las instalaciones de un lugar tan grande. Dos platos de pasta abundante para nosotros y dos gaseosas $ 814. Buena relación calidad-precio. No aceptan crédito. Sólo débito y en efectivo hacen el 10% de descuento.
No estuve en Pippo. Estuve en un restaurante que queda enfrente, dentro del predio del Paseo la Plaza y que se llama Las Cañas. Muy recomendable. Fui a cenar con mi pareja luego de ver una obra de teatro en el Paseo la Plaza y nos atendieron muy bien y la comida estaba muy rica. Lo recomiendo. No he tenido el gusto de conocer Pippo. Si un día tengo la oportunidad de ir a Pippo, podré opinar.
Comida rica y fresca. El servicio llegó enseguida, atención muy buena. El menú teatro $500. Incluye entrada, plato principal, postre o café. Y una bebida o copa de vino (rico vino tinto). Al baño le faltaba mantenimiento y limpieza.Es recomendable.
Precio acorde al servicio. Mozo 10 puntos. Pero cobraron el champagne $500 cada uno, cuando fuimos 24 personas que hemos consumido y era un cumple. Me pareció sin faltar el respeto un poco tacaños de su parte. El resto todo bien
Restaurante que en su época de oro no encontrabas nunca lugar. Fue muy famoso con su especialidad en pastas. Iban los famosos. Fui este fin de semana y lo encontré totalmente en decadencia, podría decir que casi en abandono. La comida de medio para abajo, los mozos con poca predisposición. Igualmente también reconozco la difícil situación económica para mantener un lugar por tantos años en óptimas condiciones
Comimos uno de los platos del día, del menú económico. Muy bien servido, buena calidad y atención de los mozos. Un lugar tradicional que mantiene las cualidades que le dieron su buen nombre.
Excelente comida. y el delivery rapidísimo. Y porciones abundantes.
El lugar ideal para comer pastas y tomar un buen vino. Desde muy joven visito el lugar y nunca me defraudó. Antes de morir quiero comer ahí.
El lugar es lindo. Los baños están bien. La comida es muy rica y el queso rallado es la gloria, muy rico. El vino está bueno. Me gustaría saber qué hacen con los manteles después, ya que son de papel. Los platos son bastantes abundantes. Me encantó que tienen una opción sin TACC, no nos trataron con buena onda.
Cene unos canelones. Bien la por ión pero se notó que los habían recalentados. Siempre vuelvo y seguramente volveré. Los precios? Bien, promedio pero podrían bajarlos un poco así podrá ir más gente
Un restaurante con excelente calidad en sus platos, y un precio muy económico. La carta es suficiente para satisfacer los deseos de los clientes, sumados a una buena carta de vinos. Para recomendar los clásicos vermichelis, con distintas salsas. Para destacar las distintas promociones, que abarcan bebida y comida a un precio increíble. El lugar es uno de esos donde se pueden sentar a comer tranquilos, conversar, y dispone de la extraordinaria atención de su personal
Buenos precios y buena comida pero poca variedad. El servicio fue rápido pero mi plato de pastas estaba frío y lo re calentaron, aún así estaba rico.
Como siempre Pippo es excelente. La calidad de la comida es extraordinaria y las porciones son muy generosas. Es un lugar ideal para ir a comer pastas y llevar a alguien que venga de afuera a probar un buen plato de pastas en un lugar típico argentino.Así que recomiendo mucho ir a Pippo aunque sea una vez para que prueben y sepan lo que es
Es un lugar normal , muy simple.. la. Atención poco atenta ...
Se trata de un lugar venido a menos. Las pastas que venden en la fábrica de casa son mejores. Cobran salsas demás, el mozo vino 3 veces a consultar sobre el pedido que hicimos y cuando trajo las bebidas se equivocó. Los ravioles tenían restos de fideos. Muy poco recomendable.....
Excelente comida. El lugar horrible. Sin luz. Depresivo. Una lastima.
La atención súper rápida, la relación precio calidad es buena. Un plato de pasta con bebida costó aproximadamente $350. Ambiente familiar.
Un restaurante tradicional, con una carta variada de pastas y otras comidas, los precios están bien, pero no lo recomiendo, considerando la ambientación que no me gusto mucho, los baños podrían ser mejorados, el local tiene desniveles y las mesas están muy juntas con lo cual es casi imposible que una persona con capacidades diferentes pueda acceder, la silla de ruedas no podría desplazarse en su interior.El sabor de la pasta podría mejorar, estaba demasiado al dente.
Pésima atención, la.comida de cuarta en especial las pastas que deberían ser su fuerte, la milanesa de los chicos era una hoja de papel grasosa, el piso muy sucio y el ambiente con olor a comida. Se acabó el Pippo de antes, este es cualquier cosa.
Los ravioles siguen teniendo ese no se qué característico y en Pippo nadie te mira con mala cara si te gusta mojar el pancito en su célebre tuco. Los locales están bastante venidos a menos, pero es un clásico del centro porteño y cada tanto hay que darse una vuelta.
Pésimo lugar. No lo recomiendo. Mala atención, falta de platos que están en la carta y los que si están no saben tan bien. Suciedad en el lugar, los cubiertos y mesas. No creo que nadie vuelva por gusto. Ultima vez que voy.
Algo pasa en ese lugar.... no es el mismo de antes.. pedí canelones y la verdad es que estaban secos. Nada rico. Esperemos que cambie y vuelva a lo rico de antes
Lugar Tradicional en Buenos Aires, Excelente Parrilla, Comidas elaboradas deliciosas y abundante. La Atención muy buena!! Realmente volvería una y otra vez!
Buena calidad de las pastas. Demás platos básicos pero buenos y no es caro. Sencillo pero de buen comer
Un horror. La atención es pésima y los camareros muy groseros. No te miran y te gritan cuando les consultas algo. La calidad de la comida bajo enormemente. NO LO RECOMIENDO EN ABSOLUTO!! MENOS A EXTRANJEROS!!!
Excelente. Siempre he comido las famosas pastas, pero está vez probé el asado de tira. Me sorprendieron por la calidad de la carne. !!!
Es un lugar sencillo, que comenzó a funcionar en 1937. Con gastronomía bien porteña, buena carta con variedad en pastas con sabores caseros. Sugieren hasta una salsa roja con dos huevos fritos. Carnes típicas como el bife de chorizo y las populares milanesas con papas fritas. La atención es buena y rápida. Los precios son muy accesibles.
La pasta, excelente, la milanesa y las papas fritas, dejaron mucho que desear. Las bebidas están muy caras para lo que traen. No pidan jugo de naranja exprimido, viene con bichos. El mozo muy reacio, sin ganas de trabajar. Dudaría mucho en volver a este lugar.
Muy buena experiencia, te cobran servicio de mesa y t traen berenjenas.Eso si, la comida la traen rápido porción abundante y rica.El lugar está limpio. Super recomendable.
Un desastre. Mala calidad muy lejos de la fama que tenía. Después de 15 años fuera de mi tierra me encontré un pippo caído. Donde los camareros cobran muy fuera de termino. La calidad de los alimentos de muy baja. Chiquitín puede ser una mejor opción.
Cerró sus puertas. Es un dolor muy grande perder un emblema de la gastronomía porteña.
Genial ! Siempre se come rico! Me encanta la comida de ahí!
En decadencia... Baños horribles y ultra sucios... Los mozos antipáticos creen que están haciendo un favor... Fui por los vermichelis... Los buenos recuerdos que tuve cuando era pequeño se borraron en un segundo... Nunca más...
Clásico... buen precio . Buena calidad de productos... sin grandes pretensiones
Tradición del centro de Buenos Aires. Falta mantención y precios un poquito alto para las porciones. Pero todo muy sabroso.